UN DÍA EN LA VIDA DE UN USUARIO DE RETENEDORES
¿Alguna vez te has preguntado cómo es realmente usar un retenedor? Para muchas personas, tienen un impacto en su día a día y sutiles (y a veces no tan sutiles) cambios en su estilo de vida, sólo cuando empiezan a usarlos.
Hablamos con dos usuarias de retenedores, Emma y Bea, y les pedimos que compartieran sus experiencias en el uso de alineadores y retenedores. Esperamos que te ayuden a saber más sobre lo que debes tener en cuenta y así estar mejor preparado para todo lo que tienes por delante.
7 DE LA MAÑANA ¡BUENOS DÍAS!
Las mañanas suelen ser momentos de mucha actividad, especialmente durante los días laborables. Si usas una ortodoncia invisible o un retenedor, esto puede añadir tiempo extra a tu rutina de mañana, a menos que tengas alguna forma inteligente de evitarlo. Adaptarse a estos cambios es una parte esencial para acostumbrarse a usar un retenedor, algo de lo que Bea y Emma saben mucho.
Para Emma estos cambios comienzan desde primera hora de la mañana, "Odio el mal aliento por eso cuando me levantaba por las mañanas, me sacaba el alineador y lo limpiaba a conciencia".
Mientras que la limpieza diaria es clave, puede tomarte algo de tiempo y tener paciencia también es imprescindible. Las tabletas limpiadoras como las de Corega Ortodoncias&Férulas te pueden ayudar a acelerar tu rutina, solo necesitas sumergirlas en la solución limpiadora por unos minutos y mientras puedes ir haciendo otras cosas.
A Emma las tabletas limpiadoras también le hubiesen solucionado bastante el tema, pero no se enteró de que existían hasta después de terminar su tratamiento con los alineadores transparentes, "No fue hasta que terminé el tratamiento que me di cuenta de que puedes conseguir estas tabletas limpiadoras que sólo tienes que poner en un vaso de agua y te limpia los alineadores.” Puedes encontrar más información sobre la limpieza de tu ortodoncia invisible o retenedor aquí y sobre las pastillas de limpieza dental aquí.
Hagas lo que hagas, no tengas prisa a la hora de limpiar tu retenedor o alineador antes de salir por la puerta de casa para ir a trabajar. Son frágiles, como Emma comenta, "Ojalá alguien me hubiera dicho lo frágiles que son, rompí dos limpiándolos a toda prisa."
¡REUNIONES A LAS 10 DE LA MAÑANA! ¡REUNIONES! ¡REUNIONES!
Para Emma y Bea las presentaciones son parte de su día a día en el trabajo. Esto trae consigo más desafíos como explica Emma, "Me solía quitar el retenedor, pero a veces te olvidas, estás en esta reunión y no tienes tu estuche. Y acabas teniendo que presentar con el retenedor puesto, no pudiendo abrir la boca correctamente. Esto te puede hacer sentir bastante cohibido a la hora de hablar".
Puede ser aún más desalentador cuando se usa por primera vez un retenedor y mientras la boca se ajusta a él. "Las primeras dos semanas fueron indudablemente difíciles. Era extraño, no me gustó nada cuando empecé con ellos: me dolía mucho, no podía hablar, tenía un ceceo horrible y me daba mucha vergüenza", recuerda Emma.
11 DE LA MAÑANA: CAFECITO
Como Emma nos contaba, algunas de las cosas que se dan por sentadas cuando no se usa un retenedor, requieren un poco más de atención; como quedar a tomar un café a media mañana, "A eso de las 11 me solía tomar un café, un té o algo así. A veces tomaba un bocadillo en la cafetería, pero tenía que ir al baño otra vez y sacarme el retenedor".
¡COMIDA A LAS 2 DE LA TARDE!
Cuando comes fuera, estás expuesto a pasar algo de vergüenza. Esto puede hacer que las comidas sean uno de los momentos más estresantes para un usuario de retenedores. Planificar cuándo quitarte el retenedor, localizar un baño, decidir cuándo y dónde limpiarlo, y también pensar qué vas a pedirte, hablar con tus amigos, compañeros o tu jefe y recordar que además quieres pasar un buen rato puede ser un poco difícil.
Por otra parte, Bea encontró un enfoque más directo que también le servía, "Lo decía directamente, de forma bastante abierta y sincera, 'Tengo que ir al baño, a cepillarme los dientes y volver a ponerme esto, ahora vuelvo'". Incluso descubrió que no era la única: "He ido al baño en restaurantes y he visto a la gente literalmente cepillándose los dientes sobre el lavabo y poniéndose aparatos dentales de nuevo. Me sentía muy identificada con ellos. ".
Incluso ir a un restaurante o bar por tu cuenta para tomar algo rápido puede tener sus peligros, como descubrió Emma, "En otra ocasión, olvidé llevar el estuche del retenedor cuando fui a un bar. Así que, puse el retenedor en una servilleta y lo dejé junto a mí en la mesa. Cuando me iba a ir, lo olvidé por completo, lo dejé en la bandeja y puse la bandeja en la papelera. Fue lo peor".
5PM ¿DEBERÍA O NO DEBERÍA?
Cuando tenía tentaciones de tomar algún snack o unas gominolas, Emma descubrió que era mejor evitarlo en algunas ocasiones, "no es muy agradable si estás en la oficina y alguien te ofrece un poco de chocolate. Entonces tienes que pensar realmente, ¿me merece la pena? Porque tienes que ir al baño, sacarlo…". Pero como dice Bea, también hay una ventaja de no poder picar tan fácilmente: "Dejé de picar entre horas por completo, porque no me molestaba en quitármelos y cepillarlos de nuevo entre comidas".
LAS 7 DE LA TARDE, ¿TIENES PLANES?
Cuando se trata de hacer planes, vale la pena estar preparado. Las ortodoncias invisibles y retenedores perdidos o rotos pueden salir caros, "Me aseguraba de que ser realmente consciente del retenedor, ‘no soy tan tonta y no voy a perderlo’. Era el pensamiento que siempre tenía en mente”.
Planificar en qué bolso o bolsillo guardar el estuche del retenedor también es una buena idea, "A menudo lo llevaba encima porque tenía demasiado miedo a que me robasen el bolso con el retenedor dentro, son bastante caros…”, recuerda Emma. Además, puede ser buena idea tener un estuve de sobra para guardarlo por si acaso.
11PM BUENAS NOCHES
Si tienes el sueño ligero, como Bea, entonces puede que tengas alguna que otra noche complicada las primeras veces que uses un alineador o retenedor. Para Bea, estas noches pasaban rápido: "De todas formas, tengo un sueño muy ligero, así que la sensación de tener algo nuevo en la boca fue molesta durante una semana, pero luego el cuerpo se acostumbraba a ello con mucha facilidad".
Para Emma, su sencilla rutina nocturna ha hecho que todo fluya sin problema, "Cuando llegas a casa, lo limpias y lo cepillas y te lo vuelves a poner por la noche.
Es importante que recuerdes usar tu ortodoncia invisible o retenedor como se te ha aconsejado si quieres que te dé un buen resultado.
A pesar de todos los cambios que han hecho en sus estilos de vida, tanto para Bea como para Emma todo ha valido la pena. Nos gustaría agradecer a Emma y Bea que hayan compartido sus historias y esperamos que las encontréis útiles.